La primera comunión, es uno de los acontecimientos más importante en la vida de un cristiano-católico, pues es ahí donde acontece un encuentro especial con Jesús de Nazareth. Los niños entre los 7 y los 8 años se preparan durante un año para recibir este sacramento que los acerca a la gracia de Dios y los encamina a ser mejores personas y cristianos.

En el Gimnasio Campestre Stephen Hawking, ha sido costumbre preparar a los niños para este importante acontecimiento, el cual se celebra a finales de cada año con una afectiva y alegre celebración junto a sus padres de familia. Es un acto lleno de mucho significado, puesto que es recibir a Jesús en la vida, en esa vida infantil que tan inolvidable es para cada uno de nosotros y qué mejor que recibir a Jesús en el corazón y que se quede ahí para siempre.

A los niños se les recalca que lo más importante de recibir a Jesús eucaristía, son los actos que esto provoca, es decir, que la palabra de Dios, la Biblia, los Diez Mandamientos, las buenas acciones, todo, todo esto se resume, en una palabra y un acto que se llama “AMOR”. Si amamos de verdad, Jesús eucaristía se verá reflejado en nuestros actos cotidianos; Si dejamos que Jesús permanezca en nuestro corazón, construiremos una vida mejor y se reflejará el reino de Dios en nuestras vidas.

La invitación es ser consientes que cada vez que recibimos a Jesús a través de la comunión, lo reflejemos con nuestros actos y nuestra vida. No es una simple celebración ni un acto de protocolo, es un acto que cambia nuestra vida y nos hace mejores testigos del amor de Dios.